Cabezo del Algezar
Cementerio musulmán del Cabezo del Algezar. Fotografía de Héctor Manuel Quijada Guillamón (2018)
Cementerio musulmán
El tercio superior del Cabezo del Algezar albergó un poblamiento andalusí entre los siglos XI y XIII, constituyendo el antecedente poblacional del pueblo de Ricote, cuyo casco histórico se asienta en su falda. La ladera S del cerro fue el lugar escogido para crear el cementerio (maqbara). En el año 1986 se excavaron ocho sepulturas confeccionadas directamente en la tierra. Con una configuración rectangular adaptada al tamaño del difunto, cada tumba presenta una fosa estrecha (E) para alojar el cadáver (F), unos bancos (C) donde apoyar las losas de piedra caliza cubrientes de la fosa (D) y una prefosa con su relleno (A y B), no constatándose túmulo funerario. Los difuntos yacían en decúbito lateral derecho, con orientación NO-SE, rostro hacia el SE (dirección a La Meca), manos recogidas en la región púbica, piernas ligeramente flexionales y pies juntos. La sencillez de estas sepulturas excavadas en la tierra está en correspondencia con lo que dice El Corán (20:55): «De ella (la tierra) os creamos, a ella os retornaremos y de ella os haremos surgir otra vez».
El tercio superior del Cabezo del Algezar albergó un poblamiento andalusí entre los siglos XI y XIII, constituyendo el antecedente poblacional del pueblo de Ricote, cuyo casco histórico se asienta en su falda. La ladera S del cerro fue el lugar escogido para crear el cementerio (maqbara). En el año 1986 se excavaron ocho sepulturas confeccionadas directamente en la tierra. Con una configuración rectangular adaptada al tamaño del difunto, cada tumba presenta una fosa estrecha (E) para alojar el cadáver (F), unos bancos (C) donde apoyar las losas de piedra caliza cubrientes de la fosa (D) y una prefosa con su relleno (A y B), no constatándose túmulo funerario. Los difuntos yacían en decúbito lateral derecho, con orientación NO-SE, rostro hacia el SE (dirección a La Meca), manos recogidas en la región púbica, piernas ligeramente flexionales y pies juntos. La sencillez de estas sepulturas excavadas en la tierra está en correspondencia con lo que dice El Corán (20:55): «De ella (la tierra) os creamos, a ella os retornaremos y de ella os haremos surgir otra vez».
Sepultura número 5. Fuente: Sánchez Pravia, Gallego Gallardo y Bernal Pascual, 1987La tradición popular testimonia la aparición de otras tumbas en esta zona del pueblo cuando se han realizado cimentaciones de casas o pavimentaciones de calles. La cronología de este cementerio podría ampliarse más allá del año 1501, momento de la conversión de los mudéjares al cristianismo y del traslado del lugar de enterramiento a las iglesias parroquiales y a los cementerios erigidos junto a ellas. Y es que, pese a que la Orden de Santiago encomendó este mandato a curas y clérigos, no pudieron evitar que los moriscos siguieran enterrándose en los cementerios musulmanes en los años siguientes a la conversión, tal como se documenta en algunos pueblos de la encomienda santiaguista del Valle de Ricote en 1515.
Planta del cementerio musulmán del Cabezo del Algezar. Fuente: Sánchez Pravia, Gallego Gallardo y Bernal Pascual, 1987
El Cabezo del Algezar, con su poblamiento y necrópolis, queda dentro del Entorno de protección del Bien de Interés Cultural del Castillo de Ricote. En 2018, tras varias décadas de abandono, desde las asociaciones “Caramucel, naturaleza e historia” y “La Carraila” se llevó a cabo la limpieza, el vallado y la señalización del cementerio musulmán; actuación enmarcada dentro del proyecto cultural – ecomuseo «Legado Vivo» a través de la sección PROBICUVALLE (Protección de Bienes de Interés Cultural del Valle de Ricote).
Texto: Jesús Joaquín López Moreno (2018).
Estado del cementerio musulmán del Cabezo del Algezar antes de su limpieza, vallado y señalización. Fotografía de Jesús Joaquín López Moreno (2018)
Labores de limpieza del yacimiento arqueológico. Fotografía de Héctor Manuel Quijada Guillamón (2018)
Instalación del cartel informativo. Fotografía de Héctor Manuel Quijada Guillamón (2018)
Bibliografía
SÁNCHEZ PRAVIA, J. A., GALLEGO GALLARDO, J. y BERNAL PASCUAL, F., «Una necrópolis musulmana en el Cabezo del Aljezar (Ricote, Murcia)», II Congreso de Arqueología Medieval Española. Madrid 19/24 Ene. 1987, Tomo III: Comunicaciones, Madrid, 1987, 149-156.
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Legado Vivo es un ecomuseo de las asociaciones «La Carraila» y «Caramucel, naturaleza e historia», en continuo desarrollo desde 2013, para la señalización, divulgación, protección y recuperación del patrimonio cultural del Valle de Ricote (Región de Murcia, España).